Resignando y buscando presupuestos para adquirir un par de drivers o altavoces de recambio fuí a dar con un hilo en HeadFi (el cuál parece que ha sido borrado a día de hoy) en donde alguien indicaba que tenía el mismo problema. Además, al igual que yo, estaba decidido a comprar un driver de recambio para sus auriculares. Es entonces cuando alguien más del foro le recomendó abrir y separar el driver de su jaula de plástico ya que, según él, era algo común que pelos o cabellos ingresaran en el espacio que existe entre la superficie de la membrana de plástico del driver en sí y la protección de plástico del bloque que comprende el cuerpo completo del driver. Yo tenía la impresión que la membrana del driver de mis DT990 tenía una fisura y que el movimiento amplio que realiza la membrana en los sonidos graves producía ese sonido tan molesto. Estaba decidido a invertir casi 60 euros en un driver nuevo (o 120 para cambiar ambos ya que estábamos) vendido por el distribuidor de Beyerdynamic en mi país. ¿Qué otra cosa podía hacer no? Estaba resignado y un poco desanimado al mismo tiempo, ya que temía que yo pudiera notar diferencias sonoras entre un driver nuevo y otro con un buen rodaje de varios años de prolongada escucha.
Esta tarde aprovechando la presencia de unos agradables rayos de sol que asomaban por mi ventana, casi animándome a romper algo, me dispuse a abrir los drivers y ver si realmente había una fisura o si simplemente habían pelos atrapados que eran los responsables de emitir tan desagradable sonido. Me dije a mi mismo: "Si el driver está agrietado no me costará más que esté mucho más roto". Para mi sorpresa y beneplácito vi la presencia de pelos o cabellos que procedí a quitar con un par de pinzas anti-magnéticas (hay un fuerte imán que podía jugarme una mala pasada si utilizaba pinzas metálicas de acero).
Mis queridos Beyerdynamic DT990 Premium de 600 ohms |